Saldremos adelante.
Somos más fuertes de lo que creemos.
Somos fuerza.
Nuestra solidaridad son brazos abiertos,
siempre listos a volar,
con unas ganas
absurdas,
kamikazes,
imprudentes,
salvajes,
llenas de sangre,
y de dudas,
y llenas de nosotros mismos;
con las ganas enormes,
de dejar el alma
empapada de sudor;
con las locas ganas,
de sentir el viento
y la lluvia
arañando nuestras espaldas;
con las ganas de siempre,
de que nuestras manos juntas
hagan surgir el alba.
Y de reprente,
seremos libres,
con la libertad de los niños.
con la misma libertad de los sueños,
con los brazos abiertos siempre listos a partir.
En una apartada villa, hay una joven adolescente judía, quien tiene esta visión de un ángel, el cual, de acuerdo al Evangelio de San Lucas, le anuncia que Dios la ha favorecido con gracia, dará a luz un niño, el cual traerá paz al mundo.
Será llamado Hijo de Dios.
Se sentará sobre el trono de su padre, el Rey David.
Y su reino no tendrá fin.
Entonces, despertando de esta visión, ella responde:
He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra.
[Lucas 1.38 RVR1960]
Si.
Acepto la misión.
Estoy al servicio de Dios.
Cueste lo que cueste. …